Lenguaje de viajando conmigo

Siempre me ha gustado el lenguaje de la palabra escrita, de las imágenes que rondan el mundo en silencio, del amor que se expresa con dulzura, de los pinceles que difuminan colores a través de las almas, de las sensaciones de los olores cuando se cierran los ojos, del roce de la persona amada… Viajando conmigo es una bitácora por el mundo de mis sensaciones… me acompañas?

Solo puedo decir que cada nuevo destino con billete de vuelta, me enseña un pedazo de mi que desconocía.


A bailar!!! ...

Hoy estoy cansada… pero tengo ganas de bailar!!... si!! bailar con la vida… con buen ritmo, con sazón y salsa … y que mejor que con la música de esa Gran Mujer!! Celia Cruz… grande de las grandes…
Venga!!! A bailar todos con las manos en alto que la vida es un Carnaval. Yo ya empecé…

Besos salseros!!

Sangre viajera

Hace pocos días concluí de donde venía este espíritu aventurero que me corre por las venas… un espíritu que estuvo sosegado por un tiempo por temas de estudio y laborales, pero esa es harina de otro costal…
La aventura viene de la sangre de mi madre, una mujer arriesgada, valiente y viajera… si cierro los ojos recuerdo como cada vacación recogía a “sus polluelos” con amigos y todo incluido y nos llevaba como campamento a la playa… en una casa en la que tal vez llegaban a haber hasta 40 personas, entre familiares y amigos, aquella mujer se preparaba para cocinar inmensas ollas de comida para todo un batallón, mientras nosotros “indolentes” disfrutábamos del sol y el mar.
Ella siempre escapaba con nosotros de la mano, mientras mi padre, un hombre que trabajaba demasiado, al llegar las vacaciones prefería quedarse en casa descansando para volver a la lucha de un trabajo de sol a sol…
En aquellos tiempos en una sociedad donde el machismo estaba muy afincado, mi madre no tenía el menor reparo de salir sola a ninguna parte, y menos mal que tuvo el valor de poner sobre la mesa sus prioridades, la recuerdo viajando a Miami con una prima, mientras yo la esperaba ansiosa por ver los regalos tras su vuelta.
En aquella sociedad donde las mujeres “solo debían estar en el hogar” en los momentos de crisis, mi madre salía a la calle a comerciar, a “buscarse la vida” como solía decir. Era un culo inquieto, no paraba en casa… solo se detuvo de alguna manera cuando mi padre cayó en cama y le tocó cuidarlo como un crío. Sin embargo hasta en aquellos momentos se movía para que no faltase nada en casa…
Ese espíritu aventurero y arriesgado le costó muchos tropiezos, pero ellos fueron una gran escuela para mi… recuerdo su magnifica frase “el que no arriesga ni gana ni pierde”. Bajo ese eslogan emprendí esta aventura a otro país…
Han pasado muchas cosas por su vida, algunas que imagino nunca se borraran de su alma, más admiro que tanga ganas de nuevas ilusiones, aventuras y emociones.
Hoy debe estar pisando el suelo de Buenos Aires, la ciudad que acogió por largos años a la juventud estudiante de mi padre, esa ciudad de la que hablaba tanto y de la que la vida no le dio ocasión de mostrarle a mi madre… pero ella valiente e ilusionada emprende un viaje relámpago a conocer los viejos pasos de un amado…

Venezuela

Nunca podría hablar de Venezuela como una viajera, sino como una amante a esa tierra… tierra con olor a hierba mojada, de los días cuyos chaparrones hacen festejar a su gente la bondad de los cielos…
Venezuela tiene nombre de mujer valiente, luchadora, simpática y bailadora… su imagen viene a mi mente con la nostalgia de los amores nunca olvidados, es arena en la piel dorada, es murmullo de noches completamente estrelladas…
Ver el encuento entre el Orinoco y el Caroní es la imagen de lucha y fuerza, es la braveza de un pueblo.
Mirar el Salto Ángel es que se te salga el pecho por tan monumental esplendor de la naturaleza, es la esbeltez, belleza y bondad de su gente.
Conocer los Andes ,es observar las caritas de mejillas rosadas de los niños de las montañas
Visitar sus playas es encontrarse con Mochima, Choroní, Margarita, la tortuga, los Roques, los cayos con sabor a caribe y pescado recién hecho. Es palmera, es cocotero es agüita fresca en medio del sol veraniego.
Venezuela amada mía, tu sangre corre por mis venas y se bifurca por mi cuerpo como los ríos en tu tierra. Mis raíces que hicieron siembra, son como tu Gran Sabana , inmensa, llana, montañosa, río y cautela.
Eres Amazonas, inocente y virginal, inexplorada, desconocida, misteriosa…
Y tu gente? Maravillosa, alegre, cariñosa, inolvidable…
Te amo queridísima mujer valiente.

Para disfrutar de Venezuela, pincha sobre los enlaces.

Marrakech, ciudad de terracota

Cuando desperté del cansancio de una semana “ocupadita”, emprendimos uno de esos viajes relámpagos que habíamos adquirido aproximadamente dos meses antes, en una de esas compañías de low cost.
Con las mochilas a las espaldas empezó la travesía. Cuando vislumbré la ciudad desde el avión, no se me ocurrió otra cosas que bautizarla con el nombre de “la ciudad color terracota”… suspendida en el aire y mirando hacía abajo se veían montones de casas de colores ocres, rojizos, naranjas y la tierra de las montañas también de los mismos colores arcillosos.
Cuando llegamos al aeropuerto, me di cuenta que es una ciudad en crecimiento, puesto que las instalaciones de la terminal aérea las están ampliando con una estructura arquitectónica monumental y ostentosa.
Cogimos un taxi hasta nuestro alojamiento que resultó quedar en una callejuela escondida dentro la ciudad amurallada. El primer contacto con Marrakech y sus habitantes es extraño, al principio te sientes desubicado entre una gente que se acerca mucho a ofrecerte ayuda a cambio de dinero… sin embargo cuando “te haces” del lugar, la perspectiva cambia y se vuelve un territorio humeante y entrañable que huele a hierbabuena y donde los tambores nocturnos te recuerdan que estás en el continente africano.
El primer día, asombrados y perdidos entre las callejuelas del zoco y en busca de la Plaza Jemaa el Fna, fui incapaz de sacar la cámara por un miedo absurdo que luego se disipo al día siguiente. La misión del mediodía era comer y buscar alguna excursión por los alrededores de Marrakech. En una terraza alta con vistas a la plaza Jemaa el Fna, comimos los dos por aproximadamente 15 euros con bebida, postre y café incluidos.

Después de saciar a nuestros estómagos, decidimos bajar para sentir la vidilla de aquella plaza con tanto movimiento y colores. Saqué la cámara ante los encantadores de serpientes, que no dudaron en colgarle una serpiente a él mientras yo aprovechaba para hacer fotos y ellos para pedir dinero. Cuando salimos de la ciudad amurallada donde se encuentra la medina nos encontramos con una parte de Marrakech en pleno crecimiento, con centros comerciales, tiendas de modas de marcas internacionales, plazas con fuentes y obras en construcción que hacían alusión a grandes espacios de centros comerciales.
En aquella zona encontramos una agencia turística que nos ofrecía una excursión a un solo destino con un vehiculo 4x4, chofer y guía, por aproximadamente 150 euros. El coche podía llevar hasta 5 personas (creo), pero nosotros solo éramos dos, así que seguimos buscando… como dicen en Venezuela “el que busca encuentra”.
Llegamos a una oficina con un señor que nos ofrecía un viaje a dos destinos, por aproximadamente 70 euros, entregamos 30 euros en abono, confiando en la buena fe de aquel buen hombre, puesto que no nos entregó factura, ni ningún tipo de documento que certificara que teníamos un trato con él. El trato se cerró diciéndonos que a las 8 en punto estaría el chofer-guía buscándonos para iniciar el viaje.
Después de un día demoledor de tanto caminar, nos fuimos a disfrutar de un gustoso te en nuestro RIAD y nuevamente a salir hacia la plaza en busca de la cena.
Cuando llegamos a la plaza, aquello era un espectáculo totalmente diferente al del día, en esta ocasión había sido invadida por montones de tenderetes humeantes con venta de comida, con turistas que se debatían entre un lugar u otro para comer. Rodeando aquel evento había músicos, teatreros, echadores de la buenaventura y miles de personajes que con ingenio buscaban la manera de sacarle un poco de dinero al día.

A la mañana siguiente, a las 8 en punto, nos esperaba afuera el chofer-guía para llevarnos a conocer los alrededores del Alto Atlas, primero pasamos por el valle de Ourika que no es mas que un conjunto de casas de adobe que llegan a fundirse con las montañas y donde habita el pueblo Bereber.

En el recorrido hacía la zona nos detuvimos en una cooperativa de mujeres, que hacían a mano, jabón y productos para la piel, todo extraído de un fruto como la almendra.


En el camino habían cantidades de sitios para comer, todos al otro lado del río, por lo cual para llegar hasta allí había que pasar un puente colgante nada fiable, al que nos arriesgamos a cruzar para disfrutar las vista al río y una deliciosa comida tradicional marroquí cocinada en tajin

Nos acercamos también a la aldea de Setti Fatma donde se enclavan las siete cascadas a las que no pudimos arribar por lo complicado del camino, el acceso a la primera es “supuestamente” fácil, sin embargo debo confesar que en ocasiones me detenía el pánico a caer, por las resbaladizas rocas del camino.


Cuando terminamos nuestra excursión, en vista de que aún era temprano, negociamos con el chofer un precio (5 euros) para que nos llevase a la estación de esquí de Oukaïmedén en la que nos acercamos a la nieve y nos deleitamos con el contraste del color rojizo de las piedras y el blanco de la nieve… en el camino seguíamos viendo pueblos Bereber que se perdían en las montañas.
Nuestro último día en Marrakech consistió en: visitar el museo de la ciudad, hermoso por el decorado de sus paredes labradas con letras y formas árabes; dejarnos perder por los pasillos llenos de tenderetes y coloridos con ofertas en idiomas al gusto del cliente.

Marrakech es una ciudad de contraste entre la medina que preserva su carácter antiguo y la ciudad fuera de la muralla que lucha por crecer.

Los marroquíes son gente muy amable y simpática, de carácter afable y fiestero. Las mujeres con su cara tapada también forman parte de una sociedad pujante, las ves trabajar a la par que ellos, sin embargo son sumisas ante el turista…


Es gente muy trabajadora y artesanal, podías ver a los hombres hilando en medio de las calles y bordando vestidos a altas horas de la noche, sin embargo no se porqué me quedé con la impresión de que son muy desconfiados…

Cafeína o silencio?

Necesito una dosis múltiple de cafeína, que me la inyecten directo a las venas y me haga reaccionar ante este cansancio que se va sumando con los días… Los días se me hacen cortos, las horas no me alcanzan y quiero hacer muchas cosas… tal vez tendría que bajar el ritmo… pero mientras tanto, les dejo un poco de música para ver si me despierta…


Si no logro dormir… me iré de viaje… y si duermo cuando despierte también lo haré…

Cambié el video original porque no se veía… pero este también va bien… gracias Carlota.

Taller de pintura

Después de tres años de tener los lápices, pinceles y pinturas paralizados en el cajón del olvido, este año me hice el propósito de dedicar parte de mi vida a eso que tanto me gusta; pintar y dibujar… hace algunos años en la soledad de mi casa, me encontraba con esa parte de mi que se expresaba a través de colores y líneas… y de pronto, entre obligaciones y otros entretenimientos lo dejé aparcado en el cajón del olvido.
A pesar de ello no dejo de disfrutar del arte y alguna vez me dejo escapar por algunas galerías para disfrutar de la mano de otros artistas, con sus colores, texturas e infinita imaginación.
Cada día que pasaba sentía que mi mano y creatividad se oxidaban con el tiempo. Y se haría más difícil conectar con ese mundo en el se abstraen las formas, la líneas y los colores para plasmarlos sobre una superficie.
Entonces me inscribí en un taller de pintura, para de alguna manera contactar con este mundo y compartir con otras personas esta afición.
El primer día de clases (miércoles pasado) me sentía como mi primer día de universidad, una completa extraña. Después de una breve entrevista con el “maestro”, en la que hablamos de pinturas, técnicas y estilos, me invitó a hacer mi primer ejercicio.
- ahora vas a pintar aquel rincón, con este lápiz y sin despegar el lápiz del papel, no importa que tengas que repasar dos veces, eso sí trazos limpios.
Madre mía, esto es difícil, me sentía súper extraña!!!... mientras hacía una y otra vez el ejercicio me sentía cada vez más en la universidad cuando el profesor te daba ciertos lineamientos para un diseño… puuuf!! Que horrible!!… pero mientras tanto pensaba, "esto debo superarlo, es el primer día, venga Nany!!, esto lo superas es un simple ejercicio."
Después de varios intentos, optamos por el carboncillo y los claros oscuros, esta vez dibujaba profundidades y era una visión más realista.
Cuando llegué le comenté que tenía ganas de desprenderme del realismo artístico, que era a lo que estaba acostumbrada, quería empezar con cosas abstractas, pero mira que es difícil la cosa!!!…
Mirar un objeto y abstraerte de su verdadera forma, mirar las sombras y observarlas como objetos planos… puuuf! En definitiva, se sentía como en la universidad, creo que debo dejarme llevar un poco por las ataduras prescritas de la mente… sin necesidad de fumar ninguna sustancia alucinógena… simplemente liberar mi mente de los convencionalismos, solo así podré lograrlo… a ver que me depara mi segundo día de clases.
Blogging tips